La vida es un largo recorrido donde el ser humano se ha alentado a sobrellevar la misma vida que ha pactado antes de bajar como alma aquí en la tierra. El mundo actual condiciona la coyuntura del alma con el motivo de hacerle pasar por multitud de situaciones y convivencias porque estas devienen llena de sufrimientos, y otras se conforman de más felices y buenas. Si es verdad que muchos de ellos pueden elegir lo que quieren, pero muchas veces no se trata de saber elegir lo que uno quiere, sino de poder soltar aquello que uno no debe coger.
Déjate acompañar en este viaje, ¡rendirse ante la ayuda esclarece el alma!
El Ser Humano es un ser maravilloso, pero a la par es un ser egoísta que piensa en las más remotas maneras para obtener y poseer aquello que quiere para alimentar su fuente más potente de egoísmo. Ha nacido programado y reprogramado de tal manera para experimentar situaciones en que cada vez más le apartan de su centro y su yo más verdadero, auténtico y genuino.
Es por ello que la vida a medida que pasa el tiempo es la encargada de recoger aquellos frutos y vivencias pactadas de otras vidas. Si es que no hay nadie en este planeta que no haya pasado por un proceso de duelo, de dolor, sufrimiento, miedo, inseguridades, parálisis, enfermedad.
¿Pero por qué sucede esto?¿Acaso el ser humano no pacta lo que quiere antes de venir?, así lo dicen todas las leyes cósmicas y espirituales, la del Karma también.
El alma cuando llega este plano no se acuerda de lo que prometió hacer previamente cuando dejó la otra vida pasada que vivió, motivo por el cual le abruma y le tambalea en la más absoluta ignorancia consciente creándose cúmulos negativos que acaban convirtiéndose en situaciones traumáticas y desgastantes.
Cómo en esta tierra llena de luz y de vida puede acontecer el desengaño más absoluto y la oscuridad más remota en un abrir y cerrar de ojos. Los procesos en los que el ser humano pasa son vivencias ya acontecidas en otros planos de conciencia y de otras vidas pasadas. Él vive condicionado por sus vidas pasadas alzándose en votos y decretos que ha ido generando de vida en vida y que en esta le afectan, le condicionan. Ahora, en este momento presente el ser humano se alza para buscar esa luz. Aquella luz que le corresponde y que en tales sucesos de oscuridad envolventes ansían encontrar para abrazar la luz y la paz interior.
El dolor y el sufrimiento nos hace más fuertes, si lo entiendes transciendes tu alma.
El ser humano afronta el estrés, las cargas en forma de depresión, las enfermedades crónicas y el malestar más absoluto por aquello que no ha sabido recordar y que en esa vida se marchó sin atender quedándose pendiente para plasmarlo en esta vida actual. Si alguien puede ser en estos momentos fuerte delante de tales adversidades es porque le ha tocado vivir un momento idóneo, aunque a la vez arduo y duro de sobrellevar. Eso mismo pasa y es para liberarse de esas capas más profundas y egoicas del ser donde solo habitan el recuerdo de un dolor y un sufrimiento generalizado fruto de su indiferencia interior.
Estamos en momentos donde al Ser Humano se le da la oportunidad de reconocer su propia sombra interna que aguarda en su esencia más pura. Además, este está atento a la espera para que la luz emergente de la fuente emerja una puerta de luz y esperanza para él. Una esperanza que vislumbra el amor incondicional como punto de partida a reconocer aquellas capas que sobran y así despojarse de tal significante dolor interior.
Acompañar a alguien es poder soltar aquello que no es de él para ir reconociendo aquellas mochilas indebidas y finalmente poderlas devolver a su auténtico origen. Por este motivo, si te encuentras en un momento de oscuridad, de no brillo, de ausencia y vacío existencial o simplemente estás enfermo, perdido y necesitas una guía…simplemente una luz, pide que te acompañen desde el amor incondicional aquel que pueda hacerlo. Porque ese ser será una luz que llega a ti para empoderarte y darte todo su calor. Además, es devolverte a es@ quien eres y darte una oportunidad para volver a creer en ti, fortificante psíquicamente y personalmente.
Pero igual no te has dado cuenta que quizás tu misión aquí en esta tierra es elevar conciencia mediante herramientas espirituales para que puedas recordar quién eres, o auto sanarte, reequilibrarte y poder salir de todos esos problemas que puedas tener.
Sana tu alma y encuentra la libertad que anhelas.
Dejarse acompañar en los momentos más duros hacen caer las esferas de pensamientos más arduos y las creencias más atávicas sobre la resiliencia. Querer es poder y si tu no puedes no significa que seas débil, sino tan solo valiente para entender que eres conocedor de tus puntos débiles y dar la oportunidad que otros lo hagan por ti para que con una inteligencia inconsciente te encarrile.
Cuando finalices esa transformación te darás cuenta del gran poder que se halla en tu interior más puro y te desvelará toda tu sabiduría que aguarda tu alma para con ello develar tu auténtico yo genuino.